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Des de que nos encontramos ante una situación que nos desagrada

o que la interpretación que hacemos de ella es negativa, hasta que

empezamos a chillar, insultar, amenazar o incluso hasta llegar a

pegar han sucedido dentro de nosotros diversos procesos internos

tanto en forma de sensaciones físicas, pensamiento y emoción.

Es decir, no pasamos nunca de 0 a 100 en un momento. Lo que sucede

es que en la gran mayoría de ocasiones somos incapaces de identificar

cuando algo nos molesta, nos daña, no nos gusta o nos hace enfadar.

De ello se puede derivar un comportamiento violento (físico o verbal) y

es cuando decimos que no nos hemos podido controlar y la emoción (ira) nos ha sobrepasado.

Nosotros consideramos esencial tener la habilidad para identificar qué nos hace enfadar y cómo nuestro cuerpo reacciona ante esto, con el fin de utilizar una serie de estrategias para antes de realizar la conducta violenta o agresiva saber parar y tranquilizarse con sus propios mecanismos, es decir, autocontrolarse.

 

Hablemos un poco de la ira,… ¿qué es la ira? A priori parece algo “muy malo y que hace mucho daño”. Pero en realidad, la ira como las demás emociones es un mecanismo de respuesta al medio que nos rodea y tiene una función adaptativa: nos ayuda a defendernos ante una amenaza. La ira es un estado emocional que todo el mundo siente y no tiene porque ser necesariamente negativa. Asimismo, reporta efectos positivos, como es el aumento de energía para defendernos y también puede ser útil como señal de que ocurre algo que no nos gusta, que nos resulta amenazante o irritante, y su correcta canalización puede ser la clave para resolver un problema. Pero si no sabemos detectar esta ira y encauzarla de manera constructiva nos puede cegar, impidiéndonos pensar con claridad y llevarnos a la utilización de la violencia para resolver una situación que nos produce malestar.

 

Les presentamos el “Taller del autocontrol”. Este taller es indispensable para personas que normalmente se enfadan en su día a día y que sienten esa ira a veces reprimida y a veces manifestada de formas muy poco saludables. Estas personas piensan que no se pueden controlar, que a veces pierden los nervios o el control de sus emociones aunque luego se arrepienten de ello. El sufrimiento de estas personas puede ser muy expansivo no sólo dañándolas a ellas sino a los seres queridos que tienen a su alrededor. Este taller les ayudará a comprender qué les sucede y cómo pueden manejar esas emociones o pensamientos que a priori parecen desbordar en la mente y no tener sentido. No dude en inscribirse a nuestro taller ya que puede solucionarle  muchos problemas y conflictos en la pareja, entre padres e hijos, entre amigos y la forma en que tiene de afrontar la vida en general. 

Sobre el Taller del Autocontrol...

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